La caída de los Dioses

Hoy he sufrido en la traición como El Barón Joachim von Essenbeck en "La caída de los Dioses" de Visconti. Si el nazismo es la verdadera amenaza del transportes (nazismo es esa ola de deportes de nenazas, las lesiones, los kilos, el mus, los fines de semana con las familias y el cine de barrio) q nos aleja de nuestros compromisos futboleros los sábados tarde, Fermín del mazo, el ángel caído, representa a ese despótico, cobarde y resentido Konstantin, y el venerado Puro a el mas leal Herbert Thalmann. La cosa no es q acabo muy bien pero en el fondo todos sabemos donde acabo el gran mal, el nazismo.
Valga esta analogía cinematográfica para destacar la figura del capitán Puro frente a la arrogante y famélica caricatura del que se hace llamar como tal, y es que no hay peor cuña que la de la misma madera, y un tío que cree que amunike es mejor que Davor Suker es mejor que se vaya a tomar por el culo. De la madera de un jugador desproporcionado, flojo y bastante huidizo en los momentos claves la cuña de un pseudo representante con menos chicha que el hueso de un jilguero. Dicho esto es necesaria una nueva encuesta que refleje el sentir popular ante una incertidumbre que no por ser artificial deja de ser tal, por lo que es preciso despejaría.
En la foto Fermín, el hechizado.(nos recuerda a un Rey de infausto recuerdo popular, pero por lo menos fué un Austria y no un Borbón...)